Leiklad

Una niña mira detrás de la ventana, se ve asustada, contempla la luna en cuarto menguante... se pone rojiza como la sangre... sabe que es hora, pero tiene miedo de lo que vendra.

Solo quiere seguir jugando a la princesas con su abuela; es una preadolecente, no quiere crecer... el destino nos lleva por caminos desconocidos...

Se acerca a la cama donde esta postrada su abuela quien duerme plácidamente. 

La pequeña extrae de entre sus ropas un brillante objeto que deslumbra la habitación.

Con suma rapidez, lo clava en el ojo izquierdo de la anciana, quien se despierta de un alarido; al ver que se trata de su nieta se relaja, solo da pequeños sollozos mientras acaricia los hombros de su nena, la cual acaba de traspasar el segundo globo ocular.

Con la habilidad de un cirujano vacía ambas cuencas y vierte en ellas un liquido verdusco que toma de uno de los muebles de la habitación.

La mujer a dejado de sollozar y emite un extraño cántico, aquel que le enseñaron cuando niña... cuando su abuela pereció bajo sus manos...

La tarea ha terminado, la pequeña vuelve a la ventana, para comprobar que la sangre de la luna ha desaparecido...
Dalkiel (Aká Aruwiri)