Louis

Tengo 27 años y estoy a punto de morir... por momentos me pongo triste al pensar en las cosas que deje pendientes, al saber que dentro de poco solo sere un recuerdo entre mis familiares y amigos.

Desde pequeño fui muy introvertido, criado por una madre nerviosa y con una flexible moral como casi cualquiera jalisciense de su época; en parte fue una adelantada a su tiempo y supo ejercer el oficio mas antiguo del mundo sin mayores complicaciones, salvo el hecho de que en su interior guardo siempre la esperanza de encontrar a un hombre que la convirtiera en señora y le brindara el amor que le faltaba a su marchito corazón. En lugar de ello solo obtuvo varios hijos, entre ellos yo, al que bautizo como mi padre Louis, persona de la que solo tengo difusos y grises recuerdos que prefiero no mencionar.

Siempre tuvimos carencias, era difícil comer en algunos dias, mis hermanos al igual que yo, ayudabamos a mama vendiendo ropa que frabricaba en su modesta maquina, fruto de su relacion con un textilero. Siempre en la calle, llenos de suciedad y hambre, pero con la esperanza de cualquier niño.

En algunas ocasiones personas con un alto status social compraban algunas de las creaciones de mi madre; me encantaba ir a esas casas, eran inmensas y siempre habia comida para mí y mis hermanos, no trataban bien, pero despues de un rato, con una fingida sonrisa nos invitaban a retiranos de lugar; yo queria seguir alli, imaginaba que tal vez alguna de esas mujeres me invitaria a vivir con ella y yo viviria rodeado de lujos, he de convesar que se trataba de un pensamiento egoista ya que lo queria solo para mi, no me interesaba lo que seria de mi madre o mis hermanos, sin embargo nunca sucedio.

Tendria unos doce o trece años cuando un amigo me invito a una casa en la que menciono habia bebida y comida por montones e incluso dinero... sin dudarlo le acompañe al lugar.

Despues de casi tres horas caminando rumbo a la Colonia Providencia llegamos a nuestro destino, se trataba de una gran casa con amplios ventanales y balcones, luego de unos momentos nos atendio una mujer de alrededor de 60 años, Samuel, mi amigo le pregunto por "El Guero", esta anciana al momento nos condujo a una amplia sala, no puedo evitar pasear mi vista por aquel lugar no se parecia a ninguna de las casas en las que hubiera estado antes, demasiado elegante... grandes sillones, candiles, cuadros, sobretodo cuadros... no tenia conociemitnos de arte, bueno de hecho de casi nada, no asistia a la escuela.

Luego de un rato "El Guero" se presento ante nosotros, era rubio como el sol y con unos ojos de azul profundo que parecian mirarte directo al alma, la sensacion se me antojo rara, me incomodo; estrecho mi mano y me dijo, bienvenido Louis, Samuel me ha hablado mucho de ti y la verdad tenia muchas ganas de conocerte...


Continuara

  



Dalkiel (Aká Aruwiri)